Reseña: "Los besos en el pan" de Almudena Grandes

La realidad a veces nos asusta, nos disgusta y la relegamos al olvido. Pero no por ello deja de existir. A veces es necesario ver lo que nos rodea sin filtros para ser conscientes y actuar aunque sea a través de un libro. Tal vez muchos no estén de acuerdo conmigo, seguramente la mayoría no leería "Los besos en el pan" porque ven su historia en él. 
Así he comenzado mi año literario, viendo la realidad de nuestra sociedad española. Pisando fuerte y apostando por todo. 




Título: Los besos en el pan.
Autora: Almudena Grandes.
Editorial: Tusquets
Género: Ficción contemporánea.





Sinopsis:
¿Qué puede llegar a ocurrirles a los vecinos de un barrio cualquiera en estos tiempos difíciles? ¿Cómo resisten, en pleno ojo del huracán, parejas y personas solas, padres e hijos, jóvenes y ancianos, los embates de una crisis que «amenazó con volverlo todo del revés y aún no lo ha conseguido»? Los besos en el pan cuenta, de manera sutil y conmovedora, cómo transcurre la vida de una familia que vuelve de vacaciones decidida a que su rutina no cambie, pero también la de un recién divorciado al que se oye sollozar tras un tabique, la de una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los suyos, la de una mujer que decide reinventarse y volver al campo para vivir de las tierras que alimentaron a sus antepasados… En la peluquería, en el bar, en las oficinas o en el centro de salud, muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, de indignación y de rabia, pero también de ternura y tesón. Y aprenderán por qué sus abuelos les enseñaron, cuando eran niños, a besar el pan.

Opinión personal:

La novela está estructurada en tres parte muy bien diferenciadas. La primera es corta, está contada en primera persona y en presente. Esta parte es como una especie de puesta en escena.

"Pero los más valioso de este paisaje son las figuras, sus vecinos, tan dispares y variopintos, tan ordenados o caóticos como las casas que habitan. Muchos de ellos han vivido  siempre aquí, en las casas buenas con conserje, ascensor y portal de mármol, que se alinean en las calles anchas y en algunas estrechas..."


 Abundan las descripciones sobre todo del lugar donde se va a desarrollar la historia: un conocido y céntrico barrio de Madrid. Aunque está ambientada en esa ciudad, después de leer la novela, os puedo asegurar que la historia se puede acoplar a cualquier barrio de una gran ciudad española. Pero eso sí, de España, porque es aquí donde llevamos sufriendo los efectos de la crisis.
La segunda parte de la novela es la más extensa y a diferencia de la primera, está contada en tercera persona pero con el mismo tiempo verbal: presente. En ésta se desarrolla toda la trama.
La última parte es breve pero no como la primera. Se podría decir que el lector se encuentra los desenlaces de los entuertos que ha ido planteando la autora. Sigue en la línea de la tercera persona y el mismo tiempo verbal.

Una de las singularidades que tiene esta novela es que son muchos los protagonistas y muy dispares. Si bien en un principio éste hecho hace que el lector ande más perdido, y que tiene que estar más atento a todo lo que les sucede, cuando uno termina de leerla llega a la conclusión de que la idea es muy acertada, ya que cada uno de ellos afronta su realidad de una manera distinta. Como afrontaríamos cada uno de nosotros la realidad que nos tocara vivir.

Tal vez por las características de la novela no es un libro que enganche en las primeras páginas, pero, a su favor he de decir que es de fácil lectura y que su extensión es la adecuada. 

Con una mezcla de descripciones, diálogos elocuentes y acertados, y reflexiones la autora nos va narrando las peripecias a las que se enfrentan cada día los personajes. Con un estilo cuidado y un vocabulario correcto en cada momento Almudena Grandes nos muestra el alma y los sentimientos de una sociedad atacada por la crisis.

"- No digas eso, abuela.
             -¿Ah, no? ¿Y qué quieres que digas? Voy a cumplir ochenta. ¿Cuántos me quedarán, cinco, diez?
          -O viente- aventura Carlos sin mirarla a los ojos.
          -Bueno, pues viente- Martina sonríe al optimismo de su nieto-. Esos son los que tienes tú, y no has vivido nada todavía. El caso es que no quiero pasar el tiempo que me queda viendo como se amontona la tristeza a mi alrededor. No me da la gana, así que me dije, pues mira, de momento, vamos a empezar por llevarle la contraria al calendario...."


A medida que te empapas de la historia de estos personajes tan variopintos comienzas a sentir con ellos. Ries, sufres, lloras.... son tan humanos que, en ocasiones, se apoderan de ti.

El título puede sorprender al lector, pero desde las primeras páginas uno sabe el por qué de él. Acertado o no, "Los besos en el pan" encierra una realidad con soluciones algo utópicas. A pesar de ello, las historias de esta novela bien merecen ser leídas para que nos volvamos más solidarios o para que nos haga pensar.




Comentarios

  1. Mi abuela nos hacía besar el pan si se caía al suelo...Tengo ganas de leer la novela, es una de mis "próximas" para este año.

    Buena reseña, guapa.
    Un besito
    Yolanda

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    Respuestas
    1. Si, esa costumbre de besar el pan cuando se caía al suelo, a mi también me la enseñaron. Eran generaciones que pasaron mucha necesidad, muy diferente a la que se pasa hoy en día.
      Yo creo que te gustará.
      Gracias por leerme y por tu comentario.

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